viernes, 29 de enero de 2010

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viernes 17 de agosto de 2007

terremoto en PERU desastre en ICA



El peor terremoto de Perú desde hace 50 años

El pasado miércoles Perú vivió una de las peores tragedias en los últimos 50 años, un sismo de 7.7 grados Richter (8 grados USGS, que usa el Instituto de Geofísica estadounidense), sacudió la costa centro sur peruana durante dos minutos. Pisco, una de las ciudades más afectadas fue destruida en un 70% según los últimos reportes.





Un fuerte sismo se registró esta madrugada en el sur chico cuando promediaban las 4: 29 de la mañana y tuvo una magnitud de 5 grados en la Escala de Ritcher.

El movimiento telúrico se sintió en Cañete, Pisco, Chincha e Ica. El epicentro fue localizado a 55 kilómetros al sur-oeste de Ica.

Este movimiento telúrico se suma al terremoto de 7,9 grados en la escala de Ritcher que causó pánico, destrucción y nueve muertos en Iquique.

El fuerte sismo de la víspera se sintió también en Arequipa e Ica en La Paz, Bolivia, Sao Paulo y en Brasilia de manera leve.

En el Perú el último terremoto fue el 23 de junio del 2001 de 6.9 grados en la escala de Richter y causó 55 muertos y enormes daños materiales en Moquegua, Tacna, Arequipa y otras ciudades cercanas.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

creo q deberias visitar la pagina de la NEIC y busca el dia 15 la magnitud en la escala modificada es de 8.0 el gobierno no lo reconoce porq no quiere pagar por los daños causados ahi encotraras mapas y otras cosas mas



PERU TIERRA DE MISTERIO Y ENCANTO ACA LES DEJO ALGUNAS IMAGENES PARA QUE VEAN
































































¿A quién le importa Haití?

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De Haití se habla muy poco o casi nada.

Tan ocupados estamos con nuestra crisis, con nuestros bolsillos, con nuestros pasatiempos.

Nuestros problemas son triviales cuando se comparan a los de la mayoría de los casi nueve millones de personas que viven en este país, el más pobre, el pobrísimo, del hemisferio occidental.

Sólo cuando mueren cientos de personas al paso de huracanes, cuando disturbios por el precio de alimentos hacen caer gobiernos, cuando hay intervenciones militares, aparece Haití en primera plana.

La mayoría, en este mundo occidental, no sabe ni siquiera que Haití comparte la isla de La Española con República Dominicana y que está a 77 kilómetros de Cuba.

¿A quién le importa?

A pocos, a gente como el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton que, con el Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon, visitó el país a comienzos de este mes.

Clinton se interesa por el destino de una nación en la que invirtió tiempo y energía para restaurar su democracia en 1994.

El ex mandatario y el Secretario General de la ONU prometieron hablarle a inversionistas sobre las ventajas de poner dinero en Haití,según informó The Miami Herald.

Se interesa también el cantante y compositor Wyclef Jean, que desde Nueva York, alienta a la ayuda a su país de origen con la fundación Yelé Haití.

Organizaciones caritativas internacionales también se preocupan y envían misiones.

Pero no es suficiente.

Es tanta la pobreza y tanta la necesidad que cualquier iniciativa es como una aspirina para un cáncer.

Haití requiere más, mucho más.

El presidente René Préval advierte que se necesitan 125 millones de dólares de inmediato para hacer frente a los problemas más perentorios, causados en parte por los cuatro huracanes que barrieron el territorio haitiano y dejaron un saldo de casi 800 muertos.

A mediano y largo plazo se necesitan miles y miles de millones de dólares para evitar que los huracanes, que inexorablemente vendrán en cada temporada ciclónica, maten a más haitianos y para que todos puedan comer.

Ha hecho bien el gobierno haitiano en alistar a Bill Clinton y a Ban Ki-moon para esta causa.

Es de desear que la actual crisis económica no limite la capacidad de los grandes, inmersos en sus propias angustias, para ver la tragedia de los pequeños como Haití.

En este mundo concatenado, el mal de unos termina siendo mal de otros.

Imaginen a miles, quizás decenas de miles de haitianos, huyendo en su desesperación a las costas de Florida, Cuba o Puerto Rico, o atravesando la frontera con República Dominicana.

Esa es sólo una de las razones para poner en práctica un plan de ayuda, bien administrado, a fin de darle la oportunidad a Haití de ofrecer un mejor futuro a sus ciudadanos.

Ellos tienen tanto derecho como nosotros.

Clima de América

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Todos los días se ve que el estado del tiempo puede ser diferente, pero en diferentes épocas del año, el tiempo se comporta de manera similar. América presenta una gran variedad de climas, desde los más cálidos hasta los más fríos, debido a su gran extensión. El estudio de las características del tiempo permite definir el clima de una región:

-La temperatura disminuye a medida que nos vamos alejamos del Ecuador hacia los polos, y a medida que nos encontremos en terrenos más elevados.
-Cerca del mar, la humedad es mayor y disminuye al llegar a zonas más alejadas. -Los vientos cambian sus características de acuerdo al lugar de donde provienen. Pueden ser cálidos o fríos; húmedos o secos, dependiendo de la temperatura y humedad de la zona de donde proceden.


ISLAS DEL MAR CARIBE
HAITI: 1


DESASTRES NATURALES:

¿ Latinoamérica ? ¿ Iberoamérica ? ¿ Hispanoamérica ? ¿ Suramérica ?


Suramérica



O América del Sur, o Sudamérica, o América Meridional. Es un subcontinente atravesado por la línea ecuatorial, con la mayor parte de su área en el Hemisferio Sur. Está situado entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico.

Hispanoamérica.

O América Hispana. Es la región integrada por las naciones americanas de habla española.

Iberoamérica

Es el término que designa a las naciones ibéricas (Portugal, Andorra, el Reino de España, excepto el sur de Francia y la colonia británica de Gibraltar) y a las naciones americanas que se independizaron de su dominación colonial española y portuguesa y, por extensión, a la comunidad de los nacidos o naturalizados en esas naciones.

Latinoamérica.

O América Latina. Se encuentra constituida por el conjunto de países de América que fueron antiguas colonias de potencias europeas y en los que se habla español, portugués y, en algunos francés, es decir lenguas romances derivadas del latín.

En un primer momento parecería que no hay ningún problema. Pero veamos:

Suramérica es una definición púramente geofísica, por lo que no hay nada que objetar.

De Hispanoamérica se excluye -algunas voces lo hacen- a España. No así con Iberoamérica, ya que también se incluye a Portugal e incluso a Andorra. Y se quiere extender el término Iberoamérica a todos los países del mundo en los que se habla español (Guinea Ecuatorial, Filipinas, Sáhara Occidental) y portugués (Angola, Mozambique, Santo Tomé y Príncipe, Guinea Bissau, Cabo Verde, Timor Oriental, Macao) fuera de América. Sería, en todo caso, la definición más integradora y menos, por decirlo de alguna manera, “nacionalista”.

Latinoamérica es el más polémico. Es, además, el que más se usa en la actualidad, el más de moda. El termino fue utilizado por primera vez en 1856, en una conferencia por el socialista chileno Francisco Bilbao[2] y el mismo año por el escritor colombiano José María Torres Caicedo, en su poema “Las dos Américas”, que decía lo siguiente:

Las dos Américas (frag.)

La raza de la América latina,
Al frente tiene la sajona raza,
Enemiga mortal que ya amenaza
Su libertad destruir y su pendón.

José María Torres Caicedo

Finalmente el término "panamericanismo" abarca a todas las poblaciones, culturas y países del continente americano. La iniciativa de crear la expresión ha sido atribuida a los americanos de origen anglosajón, y principalmente promovido por los EE.UU, a la vez que ha sido combatida por grupos y sectores que denuncian una práctica de dominación sobre el resto de los países americanos.


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Menudo merequetengue: ¿Hispanoamérica, Iberoamérica o Latinoamérica?

fernando-polancoFernando Polanco (23/6/2009)
Con frecuencia, oímos como sinónimos las siguientes voces: Latinoamérica, hispanoamérica, Iberoamérica, Sudamérica o Suramérica - y, en ocasiones y con sentido no siempre más preciso, Centroamérica y Caribe, o Caribe o, en fin Nuevo Mundo (1).

En general, el uso habitual de esas voces se puede calificar -como dicen los charros- con tres palabros, tres epítetos: superferolítico (América Central y Caribe), perfuntorio (Sud o Suramérica) y anfibológico (EE. UU. de América) (2).

Pretendo demostrar que semejante sinonimia constituye un tremendomerequetén que no se ajusta a la verdad ni a la Historia, produce confusión, y a menudo obedece a razones políticas de carácter subrepticio e imperialista.

Si hacemos un somero repaso de la historia del continente americano, comprendido entre el sur del Río Grande y la Antártica, tendremos que detenernos en ciertos hitos en los que, en mi opinión, reside, al menos en parte, el origen del equívoco.

1.- Navegación de cabotaje portuguesa -Enrique IV “El navegante”- por la costa occidental africana durante el siglo XV. Tratados con Castilla: Alcobaca y Tordesillas (1487 y 1493) para repartir el pastel americano entre los dos reinos. Los portugueses (famosos por su crueldad) se limitaron, en general, a establecer factorías comerciales en el litoral (3).

2.- Expansión castellana a partir de “La Española” (actuales Santo Domingo y Haití) hasta el estrecho de Magallanes. Los castellanos, no satisfechos con comerciar, inician una cristianización a machamartillo. La invasión -no exenta de cierta épica- supuso la extinción de la mayoría de las culturas autóctonas: unas por indefensión (siboneys, taínos, ayawaks, caribes), y otras porque, más evolucionadas, plantaron cara al agresor (aztecas, incas).

Ahora bien, una de las cuestiones que se plantean al llegar a este punto es la del mestizaje. Se aduce el mestizaje a favor de la conquista y colonización de los castellanos y en contraposición al rulo expansivo de los anglosajones en el norte del continente. El mestizaje se produjo desde el primer momento (4), pero los españoles no eran precisamente unos angelitos: baste recordar, por ejemplo, el exterminio de mapuches y araucanos, o la ignominia de la Trata (5).

La cuestión más bien estriba en que los invasores del norte habían emigrado en plan familiar, por así decirlo, y los del sur, en cambio, lo hicieron en plan single: segundones, aventureros, soldados de fortuna, delincuentes, clérigos y “señoritas”, que diría Joseph Pla, y de todos es sabido que la líbido no conoce ni siquiera familia. Por otro lado, las culturas con las que entraron en contacto los norteños se encontraban, salvo excepciones (los apaches) mucho menos evolucionadas y, por consiguiente, el enfoque no fue el mestiche, sino el exterminio ex officio.

Así pues, volviendo a los términos con los que suele designarse los estados al sur del Río Grande, podemos establecer las conclusiones siguientes:

LATINOAMÉRICA: Se trata de una denomlas-tres-carabelasinación imprecisa que, si bien alude a la naturaleza romance de las lenguas que allí se hablan (con excepción del inglés, el créole, elpapiamento, etc.), entraña un significado político de enfrentamiento con el vecino imperialista del norte. Es una acepción política que se refiere, refutándola, a la Doctrina Monroe (1824), es decir: “América, para (algunos: los yanquis) los americanos”. Semejante barbarie se ha aplicado en Guantánamo, Vieques (Puerto Rico), Granada, Panamá, Santo Domingo y, por terceros interpuestos, en Argentina, Chile o Uruguay.

IBEROAMÉRICA: Encierra un significado puramente lingüístico probablemente derivado de la situación del Siglo de Oro, cuando el reino de Portugal formaba parte de la corona española.

HISPOAMÉRICA: Alude también a la cuestión de la lengua, pero salpimentándola con un toque de resentimiento político: la derrota de 1898 y la alevosa captura de las colonias española (6) de Cuba, Borinquén y Filipinas por parte de los gringos.

En cuanto a SUDAMÉRICA -más eufónico- o SURAMÉRICA, se trata de un término puramente geográfico aunque, por ignorancia o xenofobia (“sudacas”), incluya también Centroamérica y el Caribe en general.

Por último, otro tanto cabe decir de, precisamente, Centroamérica y el Caribe, por más que el Caribe sea tan heterogéneo y variopinto como el repertorio de “La Lupe”. Véase, sino, que parentesco puedan guardar los habitantes de la Martinica (francófonos y vasallos de la metrópoli) con los sonoros jamaiquinos.

En cualquier caso, existe una ligazón cultural -vital mejor- económica y en las últimas décadas también política, como señalara el “Che” en 1952, que hace de todas esas zonas, con los matices del caso, un bloque acaso más sólido que los propios USA.

NOTAS:
Fernando Polanco
es historiador americanista.
1.- Un conocido, que había regresado exultante después de su primer viaje a Cuba: -La isla no tiene nada que ver con esto (la península), chico. Es otro mundo. Claro, repliqué algo desconcertado: es que es, precisamente, el Nuevo Mundo.
2.- ¿Y los estados unidos de México o Venezuela?
3.- En el origen de esta historia hay un error de cálculo acerca de las dimensiones de la tierra; y así, una vez doblado el cabo de la Tormentas (Buena Esperanza), Colón descubrió las Indias; desde luego, pero las Occidentales.
4.- Véase el caso de la tlaxcalteca Malinche, bautizada doña Mariana y esposa del velludo hijo de la dehesa Hernán Cortés.
5.- El propio Las Casas, con la habitual vehemencia, la denunciaba en sus últimos escritos.
6.- Cuba, como la Guinea y el Sáhara, era provincia española, que no colonia, y estaba representada en las Cortes de ese país.